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¿¡Somos Dioses!?

 
 

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Por Bruno TaPia

Seguramente has oído hablar que “somos dioses” o que somos “pequeños dioses”, pero ¿a caso Jehová nuestro Dios permitiría eso? Si esa afirmación fuera cierta Dios se estaría contradiciendo, pues como todos sabemos “Jehová uno es” y nunca se equivoca, Él es perfecto.

¿De qué cita surge toda ésta polémica? Echemos un vistazo al Salmo 82:6 (RVR 60), “Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo”; curiosamente Jesucristo mismo cita esta misma porción en Juan 10:34 que dice: “Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?”. En primera instancia diríamos que tenemos ese derecho de ser “dioses”, pues la Biblia lo dice, pero como lo mencioné al principio, Dios estaría en graves problemas y los incrédulos dirían que la Biblia se contradice o que está en un error.

Para profundizar en el tema debemos saber que la palabra hebrea utilizada en el Salmo 82 es “elohim”, que usualmente se refiere al Único Dios Verdadero, pero tiene otros usos. En el Salmo 82:1 dice: “Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga.” Viendo los tres siguientes versículos, es claro que la palabra “dioses” se refiere a jueces, magistrados y otras personas que mantienen posiciones de autoridad y gobierno. El llamar a un ser humano “un dios” indica tres cosas: 1) él tiene autoridad sobre otros seres humanos, 2) el poder que ejerce como una autoridad civil, es para ser temido, y 3) él recibe su poder y autoridad de Dios Mismo, quien es visto como el que juzga a toda la tierra en el versículo 8.

Este uso de la palabra “dios o dioses” para referirse a personas comunes es raro, pero se encuentra en otras partes del Antiguo Testamento, por ejemplo, cuando Dios envío a Moisés a Faraón (Éxodo 7:1 RVR60), Él dijo: “Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.” Esto significa simplemente que Moisés, iba a hablar las palabras de Dios y por lo tanto sería el representante de Dios ante el Faraón. Igualmente esta palabra hebrea “elohim” se traduce como “jueces” en Éxodo 21:6, “entonces su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre”, en Éxodo 22:8-9 también leemos: “Si el ladrón no fuere hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para que se vea si ha metido su mano en los bienes de su prójimo. En toda clase de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo”. En Éxodo 22:28 vemos: “No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo” donde jueces proviene de la palabra elohim.

Volviendo al Salmo 82 el contexto dice que los jueces terrenales deben actuar con verdadera justicia, porque aún los jueces deberán comparecer un día ante Jehová “El Juez de Jueces”. Los versos 6 y 7 advierten a los magistrados humanos, que también
ellos deben ser juzgados: “Yo dije: Vosotros sois dioses (o jueces), y todos vosotros hijos del Altísimo, pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis.” Este pasaje está diciendo que Dios ha puesto al hombre en posiciones de autoridad en las cuales ellos son considerados como dioses o jueces entre la gente.

Debemos saber que, aunque sean representantes de Dios en este mundo, ellos son mortales y eventualmente deberán dar cuentas a Dios por la manera en que usaron esa autoridad.

Ahora leyendo el contexto de Juan 10, Jesús indicaba que es el Hijo de Dios, los incrédulos judíos responden acusándole de blasfemia, puesto que Él asegura ser Dios (verso 33), Jesús entonces cita el Salmo 82:6, recordándole a los judíos que la ley se refiere a que son simples hombres, aunque tengan cierta de autoridad y prestigio, como “dioses.” El punto de Jesús es este: ustedes me acusan de blasfemia basándose en que hago uso del título “Hijo de Dios”; sin embargo su propia Escritura
aplica el mismo término a los magistrados en general. Si aquellos que tienen un nombramiento por orden divina pueden ser considerados “dioses,” ¿cuánto más puede serlo aquel a quien Dios ha elegido y enviado? Ahora bien, podemos concluir que el uso de la palabra “elohim” dependerá mucho del contexto a lo que se esté leyendo.

La mentira más grande del enemigo que podemos encontrar es la de ser “ dioses” y la comprobamos en Génesis, donde el enemigo engaño a Eva (Génesis 3:5 RVR60), su afirmación de “serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” era una verdad a medias, ya que sus ojos fueron abiertos pero ellos no se volvieron como Dios, de hecho, perdieron toda autoridad. Satanás engañó a Eva acerca de su habilidad para convertirse en semejanza del Único y Verdadero Dios.

Los seres humanos no somos “dioses” o “pequeños dioses”, no somos Dios. Dios es Dios, y nosotros, quienes aceptamos y conocemos a Cristo, somos únicamente Sus hijos.

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