Ministerio Internacional Casa de Santidad

Aprendiendo a reconocerme

Autor: Vane D´ Bru

La semana pasada hablábamos acerca de la compleja relación que existe entre nuestro cuerpo, mente y espíritu, bien, pues continuemos con las normas básicas del cuidado y atención que nos debemos brindar.

En ocasiones es muy difícil describirnos y al intentar hacerlo llegamos a preguntarnos: ¿quién soy?, ¿realmente soy la persona que muestro a los demás?, ¿qué pasa conmigo, en que momento me perdí?; realmente no es tan complicado, para hacerlo únicamente debemos observarnos con atención en nuestra vida diaria.

La palabra de Dios dice:“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10). Si al leer esto notas que estas palabras distan mucho de tu comportamiento, es porque eres una persona mal humorada, inconforme, la queja o la crítica están siempre a la puerta de tus labios y cosas por el estilo; siguiendo con la descripción anterior, existen varios factores que intervienen en este tipo de actitudes, uno de ellos tiene que ver con la alimentación.

Estudios han comprobado que la alimentación rica en grasas y azucares (mismos que encontramos en la comida rápida), favorecen al mal humor y este desencadena muchas de las malas actitudes que mencionábamos anteriormente. Pero, ¿a qué se debe esto?, mayormente es porque disminuyen los niveles de serotonina en nuestro organismo; el consumo habitual de este tipo de alimentos, sumado al estrés del día a día, afecta al cerebro y a las emociones. Después de ingerir este tipo de alimentos nos genera esa sensación insaciable y deseos de seguir comiendo, terminamos molestos, irritables y ¿por qué no decir? un tanto iracundos, nos trae culpa y desencadena un torbellino en nuestra mente. Espero no ser la única a la que le sucede esto.

Comida rapida

Algo que me llamo la atención es la estrecha relación que existe entre lo que entra y lo que sale de nuestra boca. Mateo 15: 11 dice: “No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre”; hablando del mal humor y la malas actitudes para con nuestros semejantes, probablemente si esté bastante ligada.

De malas

Esta situación puede modificarse fácilmente analizando la razón de nuestro habitual consumo de azucares y grasas, si esto se debe a la falta de tiempo para la preparación de una ingesta sana y adecuada de alimentos. Date 5 minutos al inicio de tu día para prepararte un desayuno rico en frutas, verduras y cereales, para mantener en un óptimo desempeño tu cuerpo. Los hábitos dicen mucho de lo que somos, un pequeño esfuerzo por disciplinarnos puede hacer una gran diferencia.

No solo de pan

Organizar nuestro tiempo para cuidar de nosotros mismos, observarnos y analizar nuestras acciones son un buen ejercicio, si no estamos dispuestos a hacerlo debemos profundizar en las razones de ello, el amor que te tengas a ti mismo se demuestra con los actos que estés dispuesto a hacer por ti.

Si te faltan razones para amarte, cuidarte y respetarte, lee la biblia y encontraras muchísimas razones para valorar tu vida.

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