Integración Personal
Autor: Vane D´ Bru
Seguramente te has preguntado un incontable numero de veces, ¿que relación hay entre el cuerpo, la mente y el espíritu?; así también has notado, que el funcionamiento de tu cuerpo esta estrechamente ligado a tu alimentación, emociones, actividades cotidianas, y por supuesto a tu estado espiritual; y cuando piensas en ello no puedes evitar decir- ¡que razón tenían mis papás, cada que decían “ni tu te entiendes”! y es absolutamente cierto, si comprendiéramos la compleja maravilla que existe dentro de cada uno de nosotros, pensaríamos y actuaríamos de forma muy diferente. Valorando uno de los más grandes regalos que tenemos, “la vida misma”.
El día de hoy quiero contarte algo que hace muy poco tiempo me hizo reflexionar, en muchas ocasiones considere muy importante el aspecto de mi cuerpo, y pasaba mucho tiempo viendo blogs, un sin numero de artículos de cómo bajar de peso e incontables veces iniciaba dietas sumamente extrañas y drásticas, pero con prometedores resultados, debo reconocer que el que más sufría con ello, era mi esposo (el comía lo mismo que yo, si que me ama ese hombre), pero nunca alcanzaba los resultados deseados; una de las mayores razones, “la indisciplina”. Otro gran factor era el concepto que tenía de mi, que importante es tener una imagen correcta de quién eres, definitivamente un campo en extremo fértil es la mente, lo que dejes que crezca en ella intervendrá directamente en tus emociones y decisiones. Pero sin lugar a dudas el factor más importante, y que influye en los demás, es el ámbito Espiritual.
Al punto que quiero llegar con esto es el siguiente; a lo largo de la Escritura nos damos cuenta de que el Señor se ha preocupado por suplir todas nuestras necesidades, para alimentarnos, Jehová creo toda la flora y la fauna (Génesis 1:11-12, 20-22); así también para guardar nuestra salud dejo un excelente guía alimenticia que podemos encontrar en Levítico 11. El Señor Dios Todo Poderoso, Creador del Cielo y de la Tierra, ¿no conocerá su creación?.
Hemos llegado al punto que quería llegar, Jehová en su perfecto amor e infinita misericordia, se ha ocupado de nosotros desde el principio de los tiempos, nos a cuidado y provisto de todo lo necesario para vivir; es interesante ver como Yawe en toda la escritura se ocupa de “preservar nuestra vida”, “la vida misma que Él nos dio”, que se extiende a la eternidad a su lado a través de nuestro Señor Jesucristo.
Así como lo lees, nuestro Padre nos hizo únicos e irrepetibles, esta interesado en todo lo que tenga que ver con nosotros, en el amor que nos tengamos, en el cuidado y atención que pongamos en nosotros mismos.
La imagen que tengamos de nosotros mismos influye en las decisiones que tomamos minuto a minuto, somos responsables de ello, de forma individual, no podemos culpar a nadie más, para ello Dios nos dotó del libre albedrio y si en nuestra mente hay recuerdos que han nublado la percepción de nosotros mismo, está la Escritura para limpiar nuestra vista.
La palabra de Dios dice que somos hechos a imagen y semejanza de Él (Génesis 1:26), y que nos ha amado tanto que entrego a su hijo unigénito par que todo que en Él cree tenga vida eterna (Juan 3:16).
¿Cuántas veces has oído hablar sobre el valor de tu vida? La Palabra de Dios dice: “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. Siendo así, ¿por qué no cuidamos de nosotros mismos?.
¿Qué diferencia hay entre un alcohólico y un drogadicto? Y que tal si ahora a esta pregunta sumamos otra más, ¿Qué diferencia hay entre un alcohólico, un drogadicto y una persona que no cuida su alimentación?. Suena un tanto exagerado, ¿no lo crees?, pues bueno en Holanda, el Jefe del Servicio de Salud de Ámsterdam, Paul Van Der Velpen, considera al azúcar como una droga muy peligrosa y adictiva; los alimentos altamente procesados contienen cantidades excesivas de la misma y de un sin fin de químicos que contaminan nuestra sangre, así mismo las sustancias químicas que segrega nuestro cuerpo, cuando tenemos cierta reacciones ante las diferentes circunstancias de nuestros días, causan el mismo daño.
¿Pero qué relación tiene esto con nuestro espíritu? Te invito a que me acompañes cada semana a recorrer este camino y buscar ser personas íntegras.
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