“Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos esto no debe ser así. ¿Puede acaso brotar de la misma fuente agua dulce y agua salada”. (Santiago 3:9-11)
¿Que hacer cuando tu cónyuge
te hiere con las palabras?
Las palabras tienen poder tanto para levantar como para derribar. La lengua puede ser tan filosa que corta el alma y hiere lo mas profundo del corazón. Algunas personas hablan con los demás de manera que parecen estar castigándolos; con palabras en frustración y por los enojos que tienen acumulados por dentro. Bien dijo alguien: “La gente herida hierre a los demás”. Las buenas nuevas son que esas heridas pueden ser sanadas, pero solamente por el Espíritu Santo, por la Palabra de Dios y así convertir la boca de uno en bendición.
¿Que hacer cuando la persona que te hiere con las palabras es tu propio cónyuge? Hay gran número de matrimonios cristianos donde uno de los conyuges siempre anda de malas, frustrado, ofendiendo y humillando; usan groserías, usan tus errores, tus fracasos, tus hechos íntimos para desquitarse de sus frustraciones.
La única forma de vencer el dolor y tristeza que te quiere invadir es centrarte en el hecho de que Dios te ama y te considera valioso/a para Él. “…sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios” 1 Pedro 1:18-21
Cuando conoces a Cristo, conoces que tu valor ya está comprobado en la cruz de Jesús, de esa manera tu autoestima ya no va depender de la opinión de los demás. Como tu sabes quién eres y que eso viene de Dios, no de la gente, asegúrate de no actuar hacia tu cónyuge en la forma en que el/ella actúa contigo. Es fácil, en una situación como la tuya, hacer precisamente eso pero no va a resolver el problema sólo lo va a empeorar. La Biblia nos dice: “La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor.” Proverbios 15: 1, también dice: “La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.” Proverbios 15:4.
Afirmar y apoyar a tu ser querido en sus conversaciones, mostrar interés en lo que le gusta, trae mas intimidad y confianza. Tu ejemplo puede ayudar a que aprenda a hacer lo mismo contigo.
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. 32 Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. Efesios 4:29-32.
En oración pídele al Señor que te ayude a estar enfocado/a en Su amor y en Su aceptación. Ora para tener un momento adecuado para poder hablar con franqueza y amor con tu cónyuge. Tal vez ni siquiera el/ella esta consciente de que te está hiriendo por las cosas que dice, y aunque puede ser que no este intencionalmente lastimándote, tiene que estar consciente de tus sentimientos.
La comunicación es importante en un buen matrimonio, tu y tu cónyuge tienen que aprender a compartir sus preocupaciones, así como sus alegrías entre sí. Estudien juntos 1 Corintios, capítulo 13. Si ven que no pueden llevar un dialogo sin seguir lastimándose, pidan consejería matrimonial a un pastor bíblico-docente o a un consejero matrimonial cristiano, para que los guíe en el fortalecimiento de sus relaciones y el mejoramiento de la comunicación.
Examinen su relación con Cristo. ¿han entregado sus vidas a Cristo? ¿Están ustedes buscando seguirle? Si no, hagan ese compromiso ahora y aprendan la alegría de tener a Cristo en el centro de su matrimonio. Si tu cónyuge no esta dispuesto a hacerlo, hazlo tu, y así encontraras el reposo para tu alma.
Cuando el esposo y la esposa están realmente tratando de honrar a Cristo no van a desear hacerse daño uno a otro, por el contrario, van a querer servir el uno al otro. En oración y estudiando la Palabra de Dios juntos, Dios les ayudará a convertirse en los socios amorosos que Él quiere que sean.
Por pastora Valya Nevmerzhytska, Basado en el articulo “How to Deal With a Verbally Abusive Spouse” de Billy Graham, publicado por Charisma News
http://www.charismanews.com/opinion/54677-how-to-deal-with-a-verbally-abusive-spouse
1/24/2016
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