“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: “El Amén, el Testigo fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios, dice esto: `Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!” Apo 3:14-15

“El Amén, el Testigo fiel y verdadero”

Por Pastora Valya Nevmerzhytska

A los laodicenses el Mesías se presenta como el “Testigo fiel y verdadero”. Según la Palabra de Dios, un verdadero testigo es la persona la que presenció a los eventos de cuales va declarar (Nm. 35:30; Dt. 17:6; He. 10:28; etc.). El testigo fiel es el que testifica según lo que vio, sin quitar o agregar.

“El testigo verdadero libra las almas;
Mas el engañoso hablará mentiras“. Proverbios 14:25

“El testigo verdadero no mentirá;
Mas el testigo falso hablará mentiras“. Proverbios 14:5

En otras palabras, el Señor muestra que no va hablar de algo que le conto alguna otra persona, si no lo que El Mismo presenció. El Señor ve todo, por eso dice ‘conozco tus obras’. El Mesias nos va juzgar según Su propio testimonio.

Por eso Yeshua se llama El Amén. El Dr. Eli Lizorkin-Eyzenberg afirma que Amén “es la suprema expresión de consentimiento en la Biblia. Al decir amén, expresamos mucho más que una simple aceptación. Es una palabra extraordinaria porque nos permite articular concisamente “Alabado sea el Señor” y “acepto” .

Un ejemplo de esto lo vemos en el libro de Jeremías donde el profeta exclama su acuerdo con la profecía del profeta Hananías: “¡Amén, así lo haga el Señor! Confirme el Señor tus palabras, con las cuales profetizaste“(Jer. 28:6).

El Dr. Eli Lizorkin-Eyzenberg también explica que La palabra Amén “proviene de la raíz hebrea אמן (a-m-n), que está relacionada con la palabra אמונה (emuna) que significa “fe”. Amén se clasifica como adjetivo que describe estados de ánimos. Esta palabra no es un simple “Si” o “No”. Cuando una persona dice Amén, se compromete a un estado consiente de pacto, juicio y fe. Tener fe, en la Biblia, no es simplemente estar espiritualmente consciente, significa además que uno está firmemente comprometido con su identidad religiosa”.

Nosotros usamos la palabra Amén al final de nuestras afirmaciones y oraciones deseando que sean la verdad, que se cumplan. Pero en los evangelios con esta palabra comienzan muchas de las declaraciones del Señor: “de cierto, de cierto os digo”, lo que en original es “amén, amén os digo”. Como El mismo es LA VERDAD, cada palabra que sale de Su boca, es la verdad y la vida. Por eso Cristo es nuestro Amen, nuestro pacto, nuestro juicio y nuestra fe.

“porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios”. 2 Corintios 1:20

Así como el Mesías vio a los Laodicenses y conoció a sus obras, nos ve a nosotros y conoce nuestras obras. No podemos escondernos de El.

“¿Podrá alguno esconderse en escondites de modo que yo no lo vea?–declara el SEÑOR. ¿No lleno yo los cielos y la tierra?–declara el SEÑOR”. Jeremías 23:24

“Y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre”. Juan 2:25

Sabiendo que El lo ve todo, lo sabe todo y lo puede todo, ¿que vamos hacer?

“Porque en otro tiempo eramos tinieblas, mas ahora somos luz en el Señor; vamos andar como hijos de luz… comprobando lo que es agradable al Señor. Y no vamos participar en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien les vamos reprender; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo”. Efesios 5:8,10-13

Shalom

Las citas del Dr. Eli Lizorkin-Eyzenberg estan tomadas de http://lp.eteacherbiblical.com/lp_biblical_hebrew_amenes.html?AffiliateWizID=2001&SubAffiliateID=&utm_source=affiliates&utm_medium=NexoCristiano&utm_campaign=NexoCristiano