Hola, ¿cómo has estado? ¿te has ocupado de cuidar más de ti?, yo realmente espero que así sea, ¿sabes por qué? Porque si hoy nuevamente abriste los ojos a un nuevo día es porque Dios tiene un plan para ti, y para poder cumplirlo necesitamos estar de pie, firmes y prestas a escuchar la instrucción.

¿Qué crees?

Autor: Vane D´ Bru

No es secreto que las mujeres somos súper comunicativas, y realmente está comprobado que la mujer “necesita” comunicarse, y esto es algo que nos causa placer, hace algunos años todo lo confirmó un estudio (que se puede ver en la página web Daily Mail); resulta que nosotras en promedio decimos más de 20 mil palabras al día, superando por mucho las 7 mil palabras que en promedio emite un hombre, además, la Psiquiatra inglesa, Luan Brinzendine, refirió que lo hacemos más rápido (si creías que tu esposo era el lento de comprensión, me apena decirte que no es así, él tenía razón, eres tú la que habla a otro nivel, ja ja ja), y por si fuera poco nuestro cerebro genera una reacción química mientras lo hacemos, similar a la de un adicto a la heroína cuando se suministra una dosis.

¿Por qué digo todo lo anterior? Porque en ello radica la razón de nuestro “chismorreo”, te has preguntado ¿cuánto tiempo dedicas a esta actividad?, no digo que esta sea mala, pero el tema de conversación ¿cuál es? el Señor Jesús dijo: “El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio, porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mateo 12:35-37).

Así como lo lees, daremos cuentas de todo lo que hablemos, en el artículo anterior hablábamos acerca de lo que daña a tu espíritu, y esta acción de chismorrear, comadrear, murmurar o como sea que le llames, te afecta a ti y a quienes te rodean. Al respecto, la escritura menciona que la murmuración es una actitud que tiene una mente reprobada, que hace cosas que no le convienen, y la pone al mismo nivel de los engaños, las injurias, la injusticia, y hasta que lo homicidios, lo puedes leer en Romanos 1:28-31.

Hay que dejar claro que no estamos poniendo en tela de juicio si el hecho es falso o verdadero, porque de igual forma es dañino, y debes poner mucha atención en los motivos que estas usando para justificar esta costumbre que tenemos.

Esta conducta es un tipo de violencia, los expertos en Psiquiatría y Psicología dicen que el chisme es un fenómeno social y surge de la necesidad de comunicar algo, en casos extremos es considerado como uno de los síntomas de neurosis y esquizofrenia; es muy importante saber que el chismoso que debe considerarse peligroso, es un individuo que padece gran angustia e inseguridad, que lo impulsa a agredir, en su mente se forman un sin número de fantasías destructivas como: “todos están en tu contra porque no vales nada“, “daña antes de que te dañen“, “no merece lo que tiene, tú lo deberías poseer“, todo esto es originado en la infancia, por ejemplo, si la persona siempre fue criticada, humillada y nunca se le tomó en cuenta, presentará inseguridad, resentimiento y envidia.

Aunque esto que te acabo de mencionar es un caso mayor, es muy importante que escuches y analices qué hay en tú corazón, si notas una pequeña raíz de amargura, ve al Señor que Él es el único que puede traer paz a tu corazón y evitar que se dañen tus relaciones, y al final todo aquel que te rodea puede encontrar palabra que edifique y consuele.

“El corazón del sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos” (Proverbios 16:23-24)