En días anteriores, mencionamos la palabra autoestima, concepto que ya venía dándome vueltas en la cabeza desde hace algunas semanas atrás cuando de mi “maestra y pastora” escuché: “ya estamos suficientemente concentrados en nosotros”, ¿a donde voy con todo esto?, lo descubrirás conmigo si lees todo lo que viene.

¿De donde viene el “autoestima”?

En el mundo cristiano hay muchas enseñanzas acerca de la “autoestima” que distan mucho acerca de lo que en realidad propone la Palabra de Dios, que es usada no precisamente para descubrir lo que Dios quiere decir, desde hace ya bastante tiempo se utiliza para darle cierto valor a teorías de psicólogos (en su mayoría incrédulos).

Esto inicia con Freud y la “identidad”, en donde se aproximó a las enseñanzas del pecado original (concepto romanizado y no bíblico). Después, Jung realizó declaraciones religiosas, asumidas como “cercanas” al cristianismo (su pensamiento se basaba en los puntos de vista encontrados en el Libro Tibetano de los Muertos) Luego, Carl Rogers hizo énfasis en escuchar y aceptar, por lo que se le comparó con ideas bíblicas (a pesar de que en Proverbios 18 y otros libros de la Biblia se oponen al pensamiento Rogeriano y a la práctica en ambas áreas). Seguidamente llegó el conductismo de Skinner que fue integrado con declaraciones bíblicas de la recompensa y el castigo (dejando el hecho de que lo más reciente está condicionado por el programa de recompensa y castigo de Dios, por lo que es totalmente diferente). Así es como llegamos al dogma de la autoestima que se dice ser similar o idéntico a la doctrina bíblica.

La tendencia a “encontrar” las últimas ideas psicológicas en las Escrituras es peligrosa por lo siguiente:

1.- La figura extra bíblica recibe autoridad bíblica a los ojos de muchos cristianos, a los puntos de vista psicológicos se les da un molde bíblico. Recuerda que “la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12). No necesitas más nada.

2.- “Dios es tergiversado”. La Palabra del Dios vivo la han convertido en una moda arrogante, apoyados por pasajes bíblicos que han sido llevados fuera de su contexto para dar un servicio que nunca se pretendió que hicieran haciendo que las Escrituras se utilicen para decir lo que el intérprete quiere que ellas digan.

3.- Todo sistema que propone solucionar problemas humanos sin la Biblia y el poder del Espíritu Santo, es condenado por la Palabra misma. Ni Adler ni Maslow profesaron una fe cristiana, obviamente su sistema no depende en alguna manera del mensaje de salvación, el Amor, gozo, paz, etc., según ellos son el fruto de correctas perspectivas del yo que alguien puede lograr sin la Biblia o la obra del Espíritu Santo; mientras que la Escritura dice: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23).

En el próximo artículo analizaremos los pasajes Bíblicos frecuentemente utilizados para apoyar la teoría del hombre.

Recuerda: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).

¿Por qué dar más peso a lo que no es Bíblico?.