La mayoría ha escuchado la frase “nunca te vayas a dormir cuando estas enojado”, inspirada en Efesios 4:26-27 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”, les cuento que una vez más la ciencia corrobora lo dicho por la Biblia.

No duermas si estas enojado

Autor: Vane D´ Bru

Resulta que recientemente la revista Nature Communications, publicó un artículo que explica que el no resolver un conflicto antes de acostarnos, es más difícil revertir la memoria emocional negativa. Esta investigación realizada por la Beijing Normal University.

Anteriormente un experimento de la Universidad de Massachusets había demostrado que si te vas a dormir alterado por alguna situación, el sueño conserva la memoria de tu respuesta emocional negativa; por lo que cuando experimentas esta situación nuevamente, se vuelve más estresante; porque el sueño inmediato postrero a una emoción resguarda el recuerdo y la intensidad de la emoción.

Algunos de los efectos físicos del enojo en el organismos son:

• Aumenta la presión sanguínea (con el tiempo puede provocar el deterioro de las arterias).
• Elevación del pulso cardiaco y (se genera taquicardia).
• Incrementa la producción de sustancias químicas como la adrenalina (altera el equilibrio natural del cuerpo).
• Desequilibrio del sistema inmunológico.
• Contracturas, dolores musculares y jaquecas.
• Apresura la respiración(por lo que el corazón bombea con más intensidad).
• Incrementa el riesgo de padecer algunas enfermedades como gastritis, colitis y dermatitis.

Recuerda que la escritura nos dice en Proverbios 29:11 “El necio da rienda suelta a toda su ira, más el sabio al fin la sosiega”.

Así que tomate tu tiempo para responder, relájate, puedes realizar un poco de ejercicio (así es como vas a liberar endorfinas, y la distracción te permitirá responder de mejor manera), si eres de las personas que tienen la grandiosa habilidad de verle el lado humorístico a todo, este es el mejor momento para que lo hagas y liberes tensión.

Particularmente debo reconocer que el control del enojo es algo que continúo desarrollando día a día (en mi casa la frase para describir nuestro carácter era “soy de mecha corta”, y si definitivamente estallar rápidamente es algo que se me da tan, pero tan fácil); es muy importante que te conozcas y observes cuáles son las razones por las que te enojas, te aseguro que son tonterías, simplemente hay ego y vanidad que ocupan demasiado espacio en tu ser.

Ora, medita en la palabra de Dios y sujeta tus pensamiento y palabras a lo que dice la Escritura, te evitarán muchos malos ratos.

“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios” (Santiago 1:19-20).