Ya estamos a casi 15 días de que termine el año; y todas las reuniones que se preparan para compartir con la familia, cenas de trabajo o con amigos
¡Fin de año! A comer sin limité de…
Autor: Vane D´Bru
Ya estamos a casi 15 días de que termine el año; y todas las reuniones que se preparan para compartir con la familia, cenas de trabajo o con amigos, sin duda son todo un reto, es más, las venimos esperando casi desde octubre y estamos prácticamente resignados a que subiremos de peso (sobre toda las mujeres) porque no nos limitaremos en disfrutar de tanto manjar (sobre todo porque la comida que se prepara es especial y no la disfrutas cualquier día del año).
Tal vez no sea tu caso, pero muchos aun no lograron bajar los kilogramos adquiridos el año pasado o que necesitan bajar por cuestiones de salud, pero ya estamos dispuestos a aceptar los que vienen. Comúnmente no conseguimos nuestras metas porque como lo dice Eclesiastés 10:18: “Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa”.
Según el Instituto de Salud Mental de Estados Unidos, la comida en esta temporada (invierno), compensa las emociones (dinamismo y libertad) que se producen en las temporadas cálidas, por lo que en el organismo se presentan cambios que determinan el exceso de ingesta de alimentos.
Con la baja de temperatura se incrementa la demanda calórica, más la falta de luz de la temporada, que generan un aumento en la segregación de melatonina, esta hormona se encarga de disminuir la temperatura corporal. Los especialistas concuerdan en que la ingesta de carbohidratos aumenta la actividad de la serotonina, este neurotransmisor que se relaciona con el placer y el bienestar, (y por extraño que parezca actuamos de la misma manera los que vivimos en el Caribe, que los que viven en las zonas que de verdad disminuye la temperatura).
Recuerda: “Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse” (Proverbios 25:28)
Por si esto fuera poco el “ocio”, o aburrimiento por falta de actividades por estar de vacaciones nos hace más propensos a comer, como lo que menos comemos son frutas y verduras, nuestro organismo se vuelve lento.
Si no quieres subir de peso en estas fechas deberás implementar horarios de comida, entre comidas procurar comer frutas y verduras, además de incluirlas en tu desayuno, comida y cenas, incluir sopas y carnes magras.
Como hijo de Dios, sigue las recomendaciones que Pablo hacía en Efesios 5:15-20: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.
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