Con la llegada de las fiestas que se acostumbran celebrar en diciembre, llegan conflictos muy comunes dentro del matrimonio; quiero aprovechar la ocasión para invitarlos a leer acerca de las festividades que habla la Escritura como el Shabbat, las 7 Fiestas Solemntes de Jehová (que son a lo largo del año y perpetuas), Purim y Hanukkah, fiestas históricas que celebran la Fidelidad de Jehová nuestro Dios.

“Qué rico es comer”…

Autor: Vane D´Bru

Regresando a los problemas de pareja en donde ninguno esta dispuesto a ceder, les mencionaré los 5 más comunes con la respectiva recomendación de los especialistas (aquí vale la pena mencionar que es aún más difícil cuando uno de los dos no es creyente, o mejor dicho “temeroso de la palabra de Dios”, no hablo de tradiciones).

1.- ¿A dónde ir? Es importante ser equitativos con el tiempo que pasarán con la familia de uno y de otro, el acuerdo es entre ustedes dos y no para complacer a la mamá de uno o de otro.

2.- ¿Piedritas en el costal? Es muy común que para estas fechas todos los problemas o fricciones que tuvieron a lo largo del año se hagan notorios; es costumbre de las parejas hacer el recuento de las batallas, realmente no tiene caso, de acuerdo con los especialistas, si no lo resolvieron en el momento, lo mejor es que centren su atención en la forma en la que se organizarán.

3.- ¡Nunca me apoyas! Generalmente todos los problemas son porque uno de los dos observa mientras el otro se desgasta preparando todo, o peor aún siempre tiene algo malo que decir, lo mejor sería que cada uno asumiera la responsabilidad de alguna tarea.

4.- ¡Las compras! Muchas personas se estresan por realizar compras, aquí lo mejor es que las realicen con anticipación, y que no se salgan del presupuesto, porque será un conflicto con el que iniciaran un nuevo capítulo de peleas para el siguiente año.

5.- “Falta de compatibilidad” Es una forma diferente de decir “problemas con la familia política o amigos del otro, el trato cordial no te quitara nada, por el contrario te dará la satisfacción de ser una persona prudente y madura.

Después de este recuento es una cuestión personal la actitud con la que deberán enfrentar cada situación, pero nunca olviden que son uno mismo, así lo estableció Dios en Génesis 2:24 “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.

Sin dejar de lado que Pablo mencionó a los Colosenses algo muy importante: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” (Colosenses 3:12-13).

Mantén siempre presente a qué te llamo el Señor, “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder” (Mateo 5:14)