“Y recorrió Jesús toda Galilea, #enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo” (Mateo 4:23).

“Predicando el evangelio del reino”…

Nuestro Mesías trabajó duro para cumplir los propósitos para los cuales vino a este mundo. En primer lugar, lo vemos esforzándose. La palabra “recorrió” presenta su dedicación, determinación y constancia. ¿A que se dedicó Jesús?

1) enseñanza en las sinagogas;
2) predicación del evangelio del reino;
3) sanación de toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Pongan atención al orden: primero, enseñaba a los creyentes congregados en las sinagogas; segundo, predicaba el evangelio del reino a todos; tercero, sanaba las enfermedades. Antes de ser #Sanador, #Yeshua era un predicador. Cuando pensamos en un predicador, normalmente imaginamos a un #pastor / #evangelista gritando en el pulpito. Pero, ¿qué significaba realmente predicar en los días de la Biblia?

Considerando que Yeshua era #hebreo, vivía en #Israel y hablaba hebreo, para entender bien a que se dedicaba Él predicando, tenemos que ver la palabra hebrea para “predicación”. Entonces, “predicación” en hebreo es #drasha דרשה desde la raíz DRŠ דרש que significa “#exigir”. Viendo esto, podemos concluir que sus predicaciones no eran para dar gusto al oído, ni eran fáciles de escuchar. Jesús, la MISMA #Palabra De #Yejova que se hiso carne, exigía “evangelio del reino”. El no pasaba tiempo nada mas dando un discurso, el demandaba que Sus discípulos y todos los que anunciaban que conocían a #Verdadero Dios, empezaran a cumplir con los requisitos del #reino de “Ser perfectos, como nuestro #Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48). Para ser verdaderos predicadores del evangelio, esto es lo que debemos de exigir de nosotros mismos en primer lugar, y luego predicarlo (exigirlo) a los demás.